Inspirada en la magia de construirme
Mi Ego & yo.
Si dejara de pensar tanto. Las respuestas llegarían sin tanto llanto.
El arte de conversar me ha llevado a estar más despierta, todos los días; la antesala que durante tantos años me sirvió como cortina de humo, la misma que limitó mi percepción y la de mi entorno; hoy me permite ver que fue necesario ese largo camino para tener las herramientas terapéuticas que hoy son el motor fluido, dinámico, atemporal y sincrónico que aparece en el encuentro terapéutico; una danza hermosa, intima, cuántica.
En esta oportunidad, de manera atrevida pongo sobre el mantel; al Ego. El con su magistral y protagónica entrada en la vida de quien habita, haciéndole creer casi como certeza absoluta, ser el protagonista de la historia; y así nos la vamos de paso en paso caminando por la vida dándole este lugar, como quien no fuera usurpador. Pues te reitero apreciado lector que ese lugar es tuyo, y es tu responsabilidad hacerle honor al mismo y ocuparlo con Amor.
Despojar al Ego de ese trono toma años, lagrimas, incluso en el peor de los casos, implica un camino de largo reconocimiento que nos invita a hacer un viaje sin retorno directamente a nuestra alma, con escala en nuestra conciencia.
Frecuentemente inicio conversaciones terapéuticas con tan grande usurpador, cree ser el invitado especial, el anfitrión y entonces él llega y se sienta en primera fila y su apropia abiertamente de la conversación; yo le permito que hable y trate de engañar a quienes lo escuchan; y entonces me cree haber engañado; pero su máscara es tan liviana, tal imitación de deberías, de juicios, de aprendizajes sociales, de expectativas y de supuestos que no corresponden, simplemente van cayendo uno a uno. A mí no me engañas, Engrandecido y mal encarado Ego.
Hoy me atrevo a escribir del Ego porque evidentemente es una estructura psicológica que nos acompañará todos los días, guardándose para el momento de triunfo. Deseo que quien se atreva a leer estas líneas se permita sentir el flujo de energía vital que le corresponde y se pregunte hoy, en su entorno y realidad; quien está eligiendo y quien está tomando las decisiones difíciles y sobretodo con que lente lo está haciendo.
Somos individuos merecedores del Ego y en síntesis que nos acompañe los primeros años de vida nos permitirá hacer los ajustes necesarios para facilitar la adaptación al entorno del que somos parte, incluso es el merecedor de nuestra necesaria Auto estima, Auto imagen, Auto cuidado y tantos Auto que aparecen en la vida del Ser Humano adulto. Nos integra y nos permite generar un recubrimiento del sí mismo, e incluso darnos elementos para la supervivencia, apalancando conceptos más robustos como la identidad.
Entonces se preguntará en este punto de la historia, cuál es el problema si aparentemente es inofensivo. Listo, acá va la explicación más clara. Resulta que este inofensivo amigo está instalado en la zona más primitiva del cerebro, llamada Cerebro reptiliano, y en términos de evolución fue clave ya que nos mantuvo tan alerta al peligro que nos permitió adaptarnos al entorno y no extinguirnos como especie en el intento y camino a la evolución. Imagínense si no, cuando nos nombró Reyes y señores de la cadena alimenticia en el reino animal.
Sin embargo, hoy las condiciones del entorno son tan distintas que estar alerta todo el tiempo buscando peligro, es una energía innecesaria y de hecho agotadora para la experiencia de la vida misma. Biológicamente no vamos a cambiar las condiciones ya que es conocimiento de todos que la evolución toma millones y millones de años, en ese sentido la propuesta de integración es otra, ya que el Ego nunca lo abandonará.
Ego silencioso, con lentes de muchos colores, esperando cualquier señal de ruido para sacar su espada dorada e ir al rescate. Mi propuesta está en conciliar con él y darle un lugar cómodo donde busque un aposento con una lejanía aceptable que no lo involucre demasiado en mi integración. Mire a su alrededor, ¿observa algún tipo de peligro del cual debe alejarse? Si la respuesta es Negativa, entonces apreciado Lector le invito a me siga a través de estas líneas. El reto que tenemos en este punto de la historia está en cambiar la percepción que tenemos del entorno para que accionemos no de manera reactiva frente al mismo, sino desde la conciencia y la asertividad.
Muy bonito, ¿no? Pero entonces, ¿eso como lo hacemos?
Debemos tener en cuenta que el gobierno del Ego, atraviesa de tal manera nuestra vida que se involucra en nuestras relaciones, en la manera como nos comunicamos, como nos vinculamos, en nuestros planes, nuestras elecciones y decisiones y en general en el lente y color que le inyectamos a nuestra percepción. Así las cosas, el primer llamado que yo quiero hacerte es a que trates de identificar los momentos y situaciones en que aparece, cuál es su modo de operar. Para ser más preciso, el ego siempre nos lleva a una emoción desagradable, porque activa el sistema inmunoemocional, donde percibe peligro.
Te pondré un ejemplo para que lo entiendas mejor. Estas en una situación con tu pareja (puede ser con cualquier persona a la que te vincules directamente, sin ser excluyente porque puedes incluso no tener ningún vínculo) Tu pareja en ese momento te dice algo que se te hace muy molesto, por ejemplo que algún tipo de juicio de valor o te quita valor por alguna decisión tomada. En ese momento, de manera reactiva y casi que automática sale el Rey Ego que te habita y se abre paso a una discusión que no va a llevar a ningún acuerdo por que básicamente la mirada del Ego no me permite acceder a la claridad, y dos Egos discutiendo… calcula como puede terminar las cosas.
Yo te propongo que, hagas lectura de la misma situación, es decir, ve a ser la misma situación pero la vas a mirar con un lente diferente. Cambiando de manera inmediata la percepción. Tu pareja entonces está señalándote. Tu logras mirar a situación desde afuera y te preguntas… cual podrá ser la percepción de ella o de él, frente a esta situación que le hace actuar desde el juicio, cuál es su historia que no le permite una mirada más holística, o porque simplemente la queja aparece en su discurso, que le aqueja. Finalmente somos espejo del otro, por lo tanto la queja es de él o de ella, engancharte en su queja te va a llevar al mismo abismo emocional. Si por el contrario te quedas afuera y la miras con consideración, entonces la percepción cambia y no hay cabida para una emoción desagradable sino por el contrario, hay libertad.
Este ejercicio requiere entrenamiento y se llega con un proceso de reconocimiento intenso, porque ojo Lector; el Ego es tan hábil que incluso te hace pensar que en algún momento ya lo tienes todo bajo control, que ya tienen una sana relación y te vanagloria un poco, y entonces empiezas a mirar con el lente de superioridad, y ese querido Lector es un vil engaño donde sobre valoramos el ejercicio de reconocimiento individual, y el Ego sin lugar a dudas sigue siendo el protagonista. ¡No te dejes Engañar!
El silencio es un poderoso camino para el reconocimiento, ve siempre hacia adentro para escucharte. En síntesis Lector, para integrar el concepto te invito a que empieces a abrir las puertas con la llave del amor, la que te permite entrar o simplemente te deja fuera del campo de batalla. Pregúntate antes de entrar si la percepción que lees de la situación es resultado del Ego o del amor. Si la respuesta va por el liderazgo del ego, te anuncio que de manera inmediata puedes Re simbolizar la situación y despojarte de esa carga innecesaria, así de simple, siempre tienes el poder de vivir en libertad y el camino de la libertad está lejos de los despojos del Ego y no olvides que el Libre albedrío se te es otorgado por derecho propio así que tu marcas los límites y el camino.
La llave también es tuya así que también eres responsable de accionarla y de hacerte cargo de lo que entrar o salir te implique, considerando tu entorno.
Eres libre y puedes vivir en libertad. Elige todos los días la llave del amor, la misma que te lleva a la inspiración y a ser merecedor del cielo.
Observa tus pensamientos, ellos son el canal conductor de tu percepción, el mismo que evoluciona en una emoción y en un sentimiento biológico. Todo cambia cuando tu percepción cambia, si no estás a gusto con el resultado, siempre se vale reformular la ecuación.
Tú eres quien elige la llave del amor.
Tú eres quien vive y encarna tu realidad.
Así mismo eres que disfruta sus riquezas y quien sufre sus angustias.
No te quejes, acciona. Adelante.
Despierta!
Lina Fernanda Tamayo
Psicóloga Cuántica y Coach Ontológica.